Rezando con los iconos

"Así como la lectura de los libros materiales permite la comprensión de la palabra viva del Señor, del mismo modo el icono permite acceder, a través de la vista, a los misterios de la salvación" (Juan Pablo II, Duodecimum saeculum).

La Inmaculada Concepción

Concepcion-Virgen-Maria_Iglesia-de-la-Concepcion_Zachatyevskoye(Rusia)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

1. Introducción

Ana, la madre de la Santísima Virgen, que era la hija menor del sacerdote Matthan, de Belén, perteneciente a la tribu de Leví, casó con Joaquín. Ana fue estéril durante mucho tiempo, y tras 20 años de fervientes oraciones un ángel les anunció el próximo nacimiento de una hija. Conforme a este vaticinio, Ana concibió en Jerusalén, donde nació su hija María. Más ampliamente puede conocer esta historia en siguiente enlace. 
 
La declaración dogmática de 1854 sobre La Concepción Inmaculada de María, es decir, que fue concebida sin pecado original, es el comienzo de una intensa reflexión teológica en la Iglesia Católica sobre la Virgen María, sus prerrogativas y su papel en la Historia de la Salvación, que se concretarían en la posterior declaración dogmática de Pio XII, en 1954, sobre su Asunción a los cielos en cuerpo y alma, más lo a ella referido en la Constitución Dogmática Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II.
 
Desgraciadamente, nada parecido ha ocurrido en la Iglesia de Oriente en los dos últimos siglos, por lo cual el esfuerzo mariológico de la Iglesia latina se ha convertido en un tema no pacífico entre Roma y la Ortodoxia, agravando las diferencias entre ambas iglesias.

2.-Diferente comprensión

Las diferencias doctrinales entre las iglesias Católica y Ortodoxa sobre el concreto punto de la existencia o no de pecado original en el momento de ser concebida la Virgen María en el seno de Ana, no conllevan menoscabo o perfección alguna en la veneración y altísima consideración de la Virgen María en cualquiera de ambas iglesias. Se trata de diferencias teológicas que sólo puede resolverse en un marco de estudio y oración.
 
De hecho para muchos fieles de una u otra Iglesia la diferencia de ambas ante el hecho de la concepción de María sólo se aprecia en la fecha de conmemoración de esta festividad: el 8 de diciembre en la Iglesia Católica y el 9 en la Iglesia Ortodoxa.
 
Aunque serán tratadas más ampliamente en el punto 5.Reflexión teológica, cabe decir ahora que las diversas diferencias que separan a ambas iglesias nacen, por un lado, de la diferente consideración de los efectos del pecado original de Adán en el hombre y, por otro, de una también diferente consideración de lo que dice la Tradición sobre la concepción de la Virgen.
 
Aunque lo veremos muy detalladamente más adelante, la Declaración dogmática católica dice, en esencia, que, por singular privilegio y gracia de Dios, en atención a los méritos de Cristo, único Salvador del género humano, la Santísima Virgen María fue preservada de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción.
 
La Iglesia Ortodoxa no considera veraz esa afirmación, por las razones que se exponen más adelante, sino que María fue concebida, como cualquier persona del género humano, portando las huellas del pecado de Adán, siendo liberada del mismo acto seguido por un acto directo del Espíritu Santo.

3. La Iconografía

Fruto de la divergente concepción teológica existente en Oriente y Occidente, la iconografía de la Madre de Dios que contempla su milagrosa concepción difiere sensiblemente. 
 
La iconografía de la Iglesia Católica habla directamente de la Inmaculada Concepción de María y la figura en sus frescos, mosaicos y tablillas llena de la gloria de Dios, rodeada de majestad y de ángeles que la prestan servicio y veneración.
 
La iconografía ortodoxa elude la palabra inmaculada y, al hablar de la concepción de la Virgen, lo hace con la perífrasis “Concepción de la Santísima Madre de Dios, por los justos Ana y Joaquín”.

3.1.-Iconografía ortodoxa

De tres maneras diferentes registra la iconografía ortodoxa el hecho de la concepción de la Virgen.
 

Icono-Concepción de la Justa Ana_ SigloXV_Museo de Iconos (Recklinghausen)

 

 

.- Una primera refleja el encuentro de Joaquín y Ana en la Puerta Dorada de Jerusalén, tras haber recibido ambos el anuncio del ángel de que su plegaria había sido escuchada por Dios. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Icono-Concepción de la Justa Ana_ SigloXV_Museo de Iconos (Recklinghausen)

 

 

 

.-Una segunda se hace eco del “protoevangelio” del Génesis, cuando Dios anuncia a la serpiente que una mujer le aplastará la cabeza. Se trata de una iconografía ciertamente rara

 

 

 

 

 

Así aparece en un icono pintado a principios del siglo XIX, en la provincia de Volyn (Rusia), donde  María fue figurada a una joven edad en una posición que recuerda a la “oranta”, y pisoteando a la serpiente que engañó a Eva.. 

icono-del-Cielo-bendito_iglesia-de-Malakhov_distrito-de-Volokolamsk-Los-besos-de-los-justos-Joaquin-y-Ana-en-el-Golden-Gate

 

.-Finalmente, una tercera manera representar el misterio de la concepción de la Virgen lo hace presentando a la Virgen niña, bien con su madre Ana que la sostiene en su brazo izquierdo,
 

 

 

 

 

 

bien con ambos padres, los santos Joaquín y Ana que suelen estar representados con las manos levantadas y plegadas en oración; sus ojos también están dirigidos hacia arriba y contemplan a la Madre de Dios, que parece remontarse en el aire con las manos extendidas. 

3.2.-Iconografía católica  

L'Immaculee_Conception_-_P.P._Rubens_-_Prado

 
 
 
 
La iconografía católica de la Inmaculada Concepción se inscribe en el apartado de “La Virgen antes del nacimiento del Niño”, en la clasificación de L. Réau (Iconografía del arte cristiano, Tomo 1/Volumen 2, pág 81)
 
 
 
En puridad, la representación de la Inmaculada exige al artista intentar situarse en el principio de los tiempos, en el designio eterno de Dios, que imaginó/concibió a la Virgen María al tiempo que proyectaba la salvación del género humano a través de la Encarnación de su Hijo, momento éste que se recoge en el famoso icono de La Trinidad, de Rublev. 
 
 
 
 
Los versos sobre el origen de la sabiduría, que la liturgia cristiana proclama en la proclamación de la Palabra en la Misa de la Inmaculada de rito mozárabe, hablan de ese origen divino:

 

 

El Señor me creó al principio de sus tareas
Al comienzo de sus obras antiquísimas.
En un tiempo remoto fui formada
Antes de que la tierra existiera.
Antes de los abismos fui engendrada
Antes de los manantiales de las aguas.
(Prov. 8,22ss)
 
“Por esa razón se la representa muy joven. Ella desciende del cielo a la tierra para redimir la falta de Eva. De esa manera se opone a la Virgen de la Asunción, que animada de un movimiento inverso, después de su muerte asciende desde la tierra hasta el cielo”. (L. REAU, Iconografía del arte cristiano, Tomo 1/Volumen 2, pág 82)
 
Los versos del Cantar de los cantares
 ¡Toda bella eres, amada mía, no hay defecto en ti!
 Me has robado el corazón, hermana mía, esposa; me has robado el corazón. (Cant 4, 7.9)
 
haN dado lugar a la leyenda latina Tota pulchra es, Maria, Et macula originalis non est in te (Toda hermosa eres, María, y el pecado original no está en ti), que interpreta las palabras como confesión divina de su autoría directa sobre la creación de María.
La rotundidad de la afirmación: Tota Pulchra (Toda hermosa), sólo pueden tener origen divino, pues sólo Dios es perfecto y, por tanto, sólo Él puede hacer una obra perfecta.
 
La Virgen Inmaculada es también contemplada por la iglesia en el Apocalipsis
“Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz.” (Ap 12,1s)
 
Esta profusión de signos marianos y, más aún, su colocación en el principio de la creación y al final de los tiempos, hablan claramente del papel que Dios ha proyectado en María dentro de la Historia de la Salvación.
 
La iconografía de la Inmaculada recoge escrupulosamente la visión de la Escritura sobre la Madre de Dios, y la figuración que va a dominar a lo largo del siglo XVII, y que será determinante para la posteridad, será el resultado de la unión de los tipos de la Virgen: la Tota pulchra y la mujer vestida de sol del Apocalipsis.
 
Así:
.-son símbolos de su eternidad y de su pureza el manto azul y la túnica blanca con que los pintores adornan a la Inmaculada pensada por Dios desde la eternidad. 
.-aparece descendiendo de los cielos, vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza, tal como la profetiza el libro de La Revelación. 
.-cuan nueva Eva, sus pies pisan la cabeza de la serpiente condenada en el paraíso.
.-la luna en fase de cuarto creciente evoca la castidad de la Virgen.
 
Inmaculada Concepción, de Zurbarán
“Es el arte barroco del siglo XVII el que tiene el mérito de haber creado el tipo definitivo de Inmaculada Concepción. Libre de todos los símbolos de las Letanías con que la habían sobrecargado los teólogos, rodeada sólo por ángeles, ella planea en una mandorla sobre un creciente de luna. A veces, para recordar su victoria sobre el pecado original, sus pies que se apoyan sobre el globo, aplastan la cabeza de la serpiente tentadora“
 
 “La España mística se apoderó de este tema creado en Italia, y le imprimió la marca de su genio. Y consiguió hacer su propia versión. Tanto es así que no puede pensarse en la Inmaculada Concepción sin evocar la estatua de Martínez Montañés en la catedral de Toledo, las telas de Zurbarán, Ribera y sobre todo de Murillo, que trató el tema veinte o veinticinco veces” (L. REAU, Iconografía… pág. 88).
 
 
 
Hay que hacer notar que Murillo, creador de la figuración “estándar” (Virgen vestida de blanco y azul, manos cruzadas sobre el pecho, pisando la luna y mirada dirigida al cielo, mientras parece claramente ser llevada al cielo por los ángeles) está fundiendo en una lo que son dos líneas iconográficas bien distintas: La Virgen Inmaculada que desciende a la tierra para desarrollar el proyecto divino, y la Virgen triunfante que en La Asunción es llevada a la glorificación celestial junto a su Hijo.
 
Actualmente, la imagen más popular de la Inmaculada Concepción es la que se registra a partir de las apariciones de la Virgen, en Lourdes, en 1858.

4. La fiesta

En el siglo VIII el canon de San Andrés de Creta (muerto en 740) es el documento más antiguo que da fe de la festividad litúrgica de la concepción de María en el seno de Ana. En este siglo, San Jorge de Nicomedia y Juan de Eubea lo proclaman en sus sermones. Un siglo después, en el IX, la fiesta se celebra en todo el imperio y es común a todo el Oriente cristiano. 
 
A partir de esta fecha, la Fiesta de la Concepción de la Virgen mantiene un desarrollo histórico muy diferente según se celebre en Oriente u Occidente. Desarrollo que depende fundamentalmente de qué se celebra en cada Iglesia este día y del esfuerzo teológico hecho sobre el misterio de la concepción de María.
 
La Iglesia Ortodoxa celebra el 22 de diciembre (o 9 de diciembre, en el calendario antiguo) el hecho milagroso de la concepción de María por su madre Ana, cuando ésta era infértil y de edad muy avanzada. El icono de Joaquín y Ana abrazados frente a la Puerta Dorada de Jerusalén expresa el momento de la concepción de la Virgen María, tal como lo defendería en su tiempo la Orden franciscana, gran impulsora del movimiento “inmaculista”, frente a la Orden dominica de Santo Tomás de Aquino, fuertemente “maculista”.
 
La Iglesia Católica celebra el 8 de diciembre la Concepción Inmaculada de María; es decir, del hecho de que Dios, con una intervención directa, evitó que el pecado original la manchara ni siquiera un instante. Una fecha fijada en función de la festividad del Nacimiento de la Virgen, que se celebra el 8 de septiembre.
 
Fruto de la desigual visión teológica de estas dos posiciones, la evolución de la festividad en ambas regiones fue muy distinta, como veremos a continuación.
 

4.1.-La fiesta en el Este ortodoxo.

Icono-de-la-Concepcion-de-Santa-Ana (Joaquin-y-Ana)_Finales-del-siglo-XVII_Coleccion-privada Suficientemente implantada en el pueblo ortodoxo la Festividad de la Concepción de María por su madre Ana, el emperador bizantino Manuel I Komnenos (1143-1180) sumó la festividad al número de días festivos en las que estaba prohibido trabajar.
 
Fiesta de la Concepción de la Virgen por Santa Ana en Oriente
La Fiesta de la Concepción tiene una historia muy distinta en Oriente u Occidente. En Occidente, la fiesta de la Concepción de la Theotokos por Santa Ana ha experimentado una gran evolución. Al celebrar esta festividad, Oriente presta especial atención al hecho milagroso de la concepción de padres ancianos y estériles, mientras que Occidente en esta festividad se centró no en el hecho de la concepción en sí, sino en el signo prodigioso que acompaña esa concepción: es una niña que está exenta del pecado original por una intervención directa de Dios. 
 
Muy posteriormente, en Occidente se desarrollaría una rama teológica especial: la Mariología, que alcanzaría pleno desarrollo a partir de 1854, cuando el Papa Pio IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción

4.2.- La fiesta en el Oeste latino

En Occidente, la celebración de la fiesta de la Concepción de la madre de Dios por Santa Ana ha experimentado una gran evolución, pareja al desarrollo de la doctrina teológica sobre este hecho, con el que, de alguna manera, Dios comienza a cumplir su promesa de dar un Mesías a Israel.
 
La doctrina de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, que enseña que la Purísima Virgen María desde el primer minuto de su concepción estuvo libre del pecado original se va gestando en el pueblo cristiano en una dialéctica entre la lex oranda del pueblo y la lex credendi de los teólogos.  
 
Siglo IX 
A mediados del siglo IX aparece la primera manifestación de esta festividad en Occidente, en el libro Martirologio, de Engus. La festividad de la Concepción de la Madre de Dios se celebraba el 3 de mayo, en una tradición que se ha perdido.
 
Siglo XI
Los libros Pontificales de Exeter y Canterbury contienen fórmulas propias para ser leídas el 8 de diciembre, día, en el que se celebra que la Virgen María fue elegida y consagrada por Dios antes de la Anunciación. 
 
Tras un periodo en el que la festividad pareció olvidada, el libro  De conceptione Beatae Mariae, del monje benedictino Eadmer inició un periodo de reflexión en el que se formuló por primera vez la doctrina de la Inmaculada Concepción de la  Virgen María, es decir, que la Virgen fue liberada de la acción del pecado original desde el mismo instante de s existencia.
 
La devoción por esta festividad mariana pronto pasó al continente a través de Normandía, extendiéndose por Francia hasta Lyon, donde Bernardo de Claraval se opuso a este planteamiento. Bernardo de Claraval encontró el apoyo de la Orden dominica, especialmente representada por sus eximios maestros Tomás de Aquino y Buenaventura. No obstante, como tantas veces, el sensum fidei del pueblo cristiano apoyó la fiesta y ésta se fue divulgando.
 
Siglo XIII
El Capítulo General de la Orden franciscana, celebrado durante 1263 en Pisa, apoyó la celebración de la fiesta de la Inmaculada Concepción por la Orden, al mismo tiempo que se enfrentaba a la teología de los dominicos con las reflexiones teológicas de Duns Scotto. .
 
Siglo XIV
A principios del siglo XIV, en 1305, en la Sorbona, tuvo lugar la famosa disputa que mantuvieron los dominicos maculista, y los inmaculistas franciscanos. Fue una contienda entre la teología de santo Tomás de Aquino y la de Duns Scoto, que se resolvió a favor de este último con su célebre argumento «Potuit, decuit, ergo fecit»: «Podía hacerlo, convenía hacerlo, luego lo hizo».
 
 
Extendida la celebración por todas las diócesis francesas y todos los conventos franciscanos, los mismos Papas que estuvieron en Avignon celebraron la misa en la iglesia de la orden carmelita, según el rito franciscano que hacía alusión a la Concepción inmaculada de la Virgen. 
 
Desde Francia pasó a Roma, llevada por el mismo Papa a su regreso desde el cautiverio de Aviñón, con un ritual muy semejante al propio de la Natividad de la Virgen, el 8 de septiembre, pero introduciendo ya las lecturas de Proverbios 8, 22ss.
 
Siglo XV
Tras el Concilio de Basilea la fiesta ya tuvo un reconocimiento decisivo, sostenida por una teología francamente “inmaculista”, que fue refrendada públicamente en 1438 por el Papa Eugenio IV.
 
No obstante, poco después, en 1475, el dominico Vincenzo Baldelli se pronunció en contra de la enseñanza de la Inmaculada Concepción, resucitando la disputa de la Sorbona. Pero la decisión papal era ya muy firme y Sixto IV, que procedía del monacato franciscano, aprobó en 1477, con la declaración "Cum praecelsa", el servicio litúrgico preparado para la festividad por Leonardo Nogali
 
Este nuevo oficio sustituía la lectura de Mt 1, 1-16, que, al relatar la genealogía de Cristo, hacía hincapié en el papel de la Virgen María como nueva Eva: 
"Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán*.  Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zará, Fares engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán,  Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, 7 Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf,  Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, 9 Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías,  Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías;  Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.  Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel,  Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, 1Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; 16 y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo” (Mt 1, 1-16)
 
por la de Lucas, que resaltaba el papel de María como madre de Jesús y, por ende, de su influencia dentro de la Historia de la Salvación.
"Mientras él hablaba estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».(Lc 11, 27s)
 
A finales de siglo, en 1480, el mismo Papa Sixto IV, a través del breve pontificio Libenter, aprueba un nuevo servicio religioso lleno de símbolos y metáforas aplicadas a la Virgen que constituían un rosario de devoción y admiración hacia ella como obra predilecta de Dios. 
 
Mientras, la Orden de Predicadores no cejaba de defender la doctrina “maculista”, llegando a denunciar ante Roma la utilización, como propia de herejes,de fórmulas litúrgicas que declaraban Inmaculada a la Virgen.
 
El mismo Sixto VI se vio obligado a salir al paso de tanta exageración e intransigencia, y a través del decreto  Grave nimis, en 1482,  prohibió que se llamase herética a la fiesta de la Inmaculada.
 
Siglo XVI
El Concilio de Trento, celebrado en 1545 no se pronunció sobre la doctrina de la Inmaculada Concepción, manteniendo vigente la decisión de Sixto IV, pero la aparición de los nuevos libros litúrgicos aprobados por Pio V degradaban la categoría de la fiesta.
 
Siglo XVII
Inmaculada Concepción_Zurbarán
Mientras, el pueblo cristiano iba aceptando y extendiendo la devoción por la Inmaculada Concepción a través de oficios diocesanos, hasta que en 1693 el Papa Inocencio XII extendió esta celebración de a toda la Iglesia Católica.
 
Siglo XVIII
Poco después, en 1708, el Papa Clemente XI convirtió el día 8 de diciembre en una fiesta laboral de obligada observancia.
 
Siglo XIX
Con el siglo XIX llega el definitivo estatus de la festividad. En 1806, el Papa Pío VII permitió que la palabra "Inmaculada” se añadiera al nombre de la festividad, extendiendo a todo el universo católico el privilegio que gozaba el orbe franciscano.
 
Finalmente, el 8 de diciembre de 1854, mediante la Epístola apostólica de Pío IX INEFFABILIS DEUS, se eleva a verdad dogmática la Concepción Inmaculada de la Virgen María y, con ello, se establece la fiesta, con el máximo rango de solemnidad en el calendario litúrgico católico
 
En 1849 llegaron las primeras peticiones a la Santa Sede de parte de los obispos para que la Asunción se declarara como doctrina de fe; estas peticiones aumentaron conforme pasaron los años. 

5. Reflexión teológica

 
El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX emitió la bula Ineffabilis Deus , que decía:
... Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina, que se adhiere al hecho de que la Santísima Virgen María fue desde el primer momento de Su Concepción, una gracia especial y el carácter de Dios Todopoderoso, debido a los méritos de Jesucristo, el Salvador del género humano, se ha conservado sin ninguna mancha del original. el pecado, es una enseñanza revelada en el Apocalipsis por Dios, por lo que todos los fieles deben creer firme y constantemente en ella. Esta "santidad radiante y completamente única", de la que fue "dotada desde el primer momento de su concepción", le fue otorgada íntegramente por Cristo: fue "redimida de la manera más exaltada al prever los méritos de su Hijo".
 
La Fiesta de la Inmaculada Concepción se celebra el 8 de diciembre y es una de las principales fiestas marianas en el calendario litúrgico católico. En él tiene el estatus de solemnidad, el más alto en la clasificación de las fiestas católicas. 

5.1.-La Tradición católica

No estando explícitamente contemplada en la Escritura la concepción inmaculada de la Virgen, el descubrimiento de esta verdad salvífica es obra del Espíritu Santo que lleva a la Iglesia al descubrimiento de la verdad, tal como nos lo anunció Cristo:
“cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena” (Jn 16,13).
 
Con lenguaje más técnico, podemos decir que 
“A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María, “llena de gracia” por Dios había sido redimida desde su concepción.” (CIC, 491)
 
La posesión de esta verdad por el pueblo cristiano ha tenido tres etapas principales:
.-Intuición acrecida de la verdad revelada en el sensum fidei: Siglos I-IX
.-Discusión teológica de la verdad dogmática, Siglos IX-XIX
.-Declaración y aceptación plena del dogma, Siglos XIX-XX
 
La proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción en 1854 marca el inicio del apogeo de la doctrina mariológica que se dará entre los Siglos XIX y XX, con la proclamación de los dogmas de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y de su Asunción corporal a los cielos, hasta el Concilio Vaticano II.
 
En la constitución Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX se refiere principalmente al llamado proto-evangelio, contenido en las palabras dirigidas a la serpiente: 
“ Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón.»”(Gen 3:15). 
 
Según el entendimiento católico, estas palabras contienen una profecía sobre una mujer que estará enemistada con Satanás, porque estará libre de pecado. 
Algunos teólogos católicos también creen que las palabras del Arcángel Gabriel: 
" En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,  a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.  El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo»*(Lc 1, 26-28)
 implican una declaración especial sobre el hecho de que María está protegida del pecado personal. 
 
La teología católica también se refiere a los dichos de muchos Padres de la Iglesia:
“Los Padres de la tradición orienta llaman a la Madre de Dios “la toda santa” (Panaghia), la celebran “como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo”(CIC 493) 
 
La Constitución del  Lumen Gentium dice que:
"... entre los Santos Padres prevaleció la costumbre de llamar a la Madre de Dios la Santísima y protegida de toda la inmundicia del pecado, como formada por el Espíritu Santo y creada como una nueva creación".
 
En la tradición ortodoxa, sin embargo, estos dichos se entienden como evidencia de la integridad de María en el sentido de su especial santidad personal, pero no en el sentido de protección del pecado original. Esto se refleja en el servicio divino ortodoxo, donde María es venerada como "la más digna de querubines y serafines incomparablemente gloriosos ", " Santísima, Purísima, Santísima y Glorificada Madre de Dios y siempre Virgen María ".

5.2.-La Tradición ortodoxa

De por sí cualquier declaración dogmática hecha por el Papa romano tiene un impedimento ab initio en la consideración ortodoxa, ya que allí sólo se hacen declaraciones dogmáticas por acuerdos tomados en sede conciliar. Pero Concilios ecuménicos no se celebran –según la Iglesia Ortodoxa- desde el año 787, cuando el Concilio II de Nicea, último de la Iglesia indivisa de Cristo.
El dogma de la Inmaculada Concepción, que afirma la ausencia del pecado original en la Madre de Dios, no es reconocido en la ortodoxia. Este dogma, como otros dogmas específicamente católicos, es considerado por los teólogos ortodoxos como una herejía.
Un elenco de las dificultades teológicas que encuentran los ortodoxos ante la declaración del dogma católico y la respuesta romana a ellas, ambas sencillamente enunciadas, puede ser el siguiente:
1.-La concepción sin pecado original de María la separaría, desde el mismo momento de su concepción, del resto de la descendencia de Adán y Eva.
A.Ella fue elegida por Dios para ser la Madre, porque sabía incluso antes de que ella naciera que ella sería totalmente fiel.
B.El Concilio Ecuménico de Éfeso (431 d.C.) la declaró ser “toda santa, toda pura, más alta que los querubines y más gloriosa sin comparación que los Serafines." 
 
2.-Implica una mala comprensión del pecado original. ...
A.Mientras que Occidente explica el pecado original como una "mancha heredada”, de manera que todo ser humano nace en pecado (no personal, sino original heredado de la culpa de Adán), la tradición oriental explica que el pecado de Adán (pecado ancestral) es un pecado personal que no pasa a su descendencia como pecado, que, en cambio, sí hereda las consecuencias del pecado ancestral de los primeros padres: la concupiscencia y la muerte.
 
3.-Nadie puede ser considerado salvado antes de la resurrección real de Cristo.
Según la Biblia, tanto Enoc como Elías aparentemente fueron llevados a Dios, y presumiblemente ni siquiera murieron de muerte física, ¡mucho antes de que Cristo Jesús naciera! 
A.-Henoc siguió los caminos de Dios y después desapareció, porque Dios se lo llevó.(Gen 5,24)
B.-Por la fe fue arrebatado Henoc, sin pasar por la muerte; no lo encontraron, porque Dios lo había arrebatado; en efecto, antes de ser arrebatado se le acreditó que había complacido a Dios (Heb 11,5)
C.-Mientras ellos iban conversando por el camino, de pronto, un carro de fuego con caballos de fuego los separó a uno del otro. Subió Elías al cielo en la tempestad. (2Rey 2,11)12
 
4.-Se considera una afirmación dogmática no cristocéntrica.
A.-Ciertamente no es tan necesario como creer que Jesucristo es Señor y Salvador. Los ortodoxos orientales afirman que "el dogma debe estar centrado en Cristo", pero también podría afirmarse que el dogma de la perpetua virginidad de María no está "centrado en Cristo". (La perpetua virginidad de María se define dogmáticamente para la Iglesia Católica en el Tercer Concilio Ecuménico de Constantinopla de 681, cuando los cristianos ortodoxos orientales todavía estaban en unión con el Papa, debido a las voces dentro de la Iglesia cuestionando si tenía otros hijos, además de Jesús).
 
5.-Nadie puede ser concebido en santidad
Afirmar que uno no es realmente humano sin el pecado original significaría que el pecado original es esencial a la naturaleza humana. Y si nuestra naturaleza no puede prescindir de lo que es esencial para ella, entonces el bautismo no puede lavar el pecado original 
A.-"Yo te he santificado antes que dejaras el vientre de tu madre "(Jer 1, 5). 
B.-San Juan Bautista fue santificado mientras aún estaba en el vientre de santa Isabel (Lucas 1:15 y 41) 
C.-Si Dios puede eliminar esta mancha del pecado original cuando quiera porque nada es imposible para Dios, ¿va a conceder a la siempre Virgen Madre de Dios menos privilegio que a su primo, el Bautista? Tiene más sentido que se le concediera más privilegio, santificándola antes de su concepción.
 
6.-La doctrina es contraria a las Sagradas Escrituras
Como se deduce de las palabras de san Pablo: 
"ya que todos pecaron y están privados de la gloria de Dios " (Rom 3,23).
•“lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron” (Rom 5, 12).
A.-Y sin embargo debemos admitir que los bebés y los niños muy pequeños no pecan, y si mueren a esa tierna edad, entonces nunca he pecado. Dado que la Biblia no miente, uno debe buscar una interpretación adecuada.
 
7.-Es un tema discutido dentro del universo católico.
Toda la Orden de santo Domingo, con san Buenaventura y el mismo santo Tomás de Aquino (1224-1274), estaban en contra.
A.-Los santos son canonizados por la totalidad de sus enseñanzas; se da margen de maniobra para los errores. Aquino aceptó de San Bernardo de Claraval argumentos durante la controversia occidental de la doctrina de que María solo fue santificada después de su concepción, no en el momento mismo.
 
8.-La aceptación de esta doctrina significa que ella es exaltada como igual a Dios.
A.-Nuestros primeros padres Adán y Eva en el Paraíso no fueron considerados iguales a Dios. 
B.-Los ángeles buenos, absolutamente inmaculados ante el pecado, nunca han sido considerados iguales a Dios.
 
(Cfr. DANIEL J. BARTON, Defensa de la doctrina de la Inmaculada Concepción)

6. Oración

.La_Inmaculada_Concepcion_vista_por_San_Juan_Evangelista_(Museo_de_Santa_Cruz_de_Toledo).
Alábente , Señora , los ángeles y los cielos y tierra, y todas las criaturas por esta tan señalada merced que os hizo , e hizo al mundo por vos :
.- porque vos sois aquella tierra virgen y pura, de la cual el verdadero Padre de nuestra vida, y nuestro segundo Adán fue formado: tierra bendita y sin sospecha alguna de maldición: tierra limpia y amasada con solas las manos de Dios: 
.-vos sois aquel paraíso de deleites plantado por el Señor hacia el verdadero Oriente, que es Cristo, el cual nunca se oscureció, ni se escondió; 
.-vos aquella tierra sacerdotal que en tanta carestía de gracia, siendo todo Egipto tributario , sola fue libre de pecho y libertada de pecado: 
.-vos sois aquella mujer hebrea, madre de Moisés, que aunque estuvo en Egipto, nunca fue cautiva debajo de Faraón, sino exenta y libre para criar a su hijo y pasar el mar Bermejo con él : 
.-vos sois aquella zarza espinosa que en el desierto ardiendo con nuevo milagro no se quema : porque abrasando las llamas del pecado original a los demás, .-á vos, Señora, sola guardó : 
.-vos aquella arca del Testamento fabricada de madera incorruptible, para conservar no el maná corruptible, sino el pan vivo y celestial j 
.-vos aquella nube ligera del día , sobre la cual el Señor había de bajar a Egipto : porque aunque nacisteis de la tierra, fuisteis levantada al alto cielo, y sois ligera , sin peso ni gravedad 
de pecado : nube verdaderamente del día ; porque nunca fuisteis oscurecida, sino siempre vestida de luz y claridad ; 
.-vos aquella tierra de promisión que mana y nos produce leche y miel : leche de la humanidad, y miel de la divinidad de vuestro preciosísimo Hijo : 
.-vos trono glorioso del pacífico Salomón : 
.-vos vara lisa y derecha de la raíz de Jessé, que nunca tuvo nudo ni tormento alguno de pecado, y nos engendró la flor del mundo suavísima y hermosísima, Jesucristo nuestro Redentor ; 
.-vos Belén, ciudad de pan vivo : 
.-vos Sion santa, alcázar del rey David, ciudad de Dios: de la cual se predican tantas alabanzas, y tan grandes maravilla: lienzo limpísimo y delicadísimo, sin arruga ni mancha ; y sepulcro nuevo en que se envolvió y depositó el sagrado cuerpo de vuestro Hijo: 
.-lirio entre las espinas: 
.-vergel cercado: 
.-puerta de Oriente cerrada, por la cual sólo Dios pudo entrar : 
.-fuente sellada, de la cual la antigua serpiente en ningún tiempo pudo beber : 
.-vos. Señora, sois más blanca que la azucena, más hermosa que la rosa, más suave que el bálsamo, y más dulce que la miel. 
.-Vos fuente del paraíso, pozo de aguas vivas, vaso purísimo, vacío de toda amargura, y lleno de toda suavidad: 
.-Vos gloria del linaje humano, ornamento del cielo, y singular hermosura de todo lo criado. 
(La Leyenda dorada, 8 de diciembre)
 
 

7.-BIBLIOGRAFÏA

Literatura especialmente consultada:
 
DANIEL J. BARTON, Defensa de la doctrina de la Inmaculada Concepción
La Leyenda dorada
LOUIS RÉAU, Iconografía del arte cristiano
SUZANNE STRATTON La inmaculada concepcion en el arte español
POLYCARP SHERWOOD, O.S.B., Byzantine mariology
Catecismo de la Iglesia Católica
E. POSELYANIN, La vida terrena de la Madre de Dios (en ruso)